Por Carlos Caro Navarrete (Psicólogo y Especialista de Acompañamiento Psicoeducativo en Educación Superior PACE)

   Las emociones son una parte importante de nuestra experiencia humana y están estrechamente relacionadas con el rendimiento académico, especialmente en la educación superior, etapa en que las exigencias académicas y las responsabilidades aumentan. Es esencial reconocer y comprender esta conexión entre las emociones y el rendimiento académico, de manera de alcanzar tus objetivos académicos y desarrollarte integralmente en tu paso por la educación superior.

Estudios respaldan la influencia de las emociones y el rendimiento académico. La Dra. Lea Waters, docente de psicología educativa en la Universidad de Melbourne, destaca que “las emociones influyen en cómo percibimos el mundo, cómo aprendemos, cómo recordamos y cómo resolvemos problemas” (Waters, 2011). En otras palabras, nuestras emociones afectan nuestra motivación, concentración, toma de decisiones y la forma en que enfrentamos los desafíos, todos aspectos cruciales para el éxito académico. Los estudiantes que experimentan emociones positivas mientras estudian suelen mostrar mayor perseverancia y una actitud más positiva hacia el aprendizaje, lo que puede impulsar su rendimiento académico de manera significativa.

Es importante entender que las emociones influyen en nuestra manera de entender y enfrentarnos a la realidad y sus desafíos, por lo que es muy necesario entrar en contacto y comprender que es lo que ocurre en nuestro mundo interior. Las emociones se pueden clasificar en dos grandes grupos, emociones primarias y secundarias. Las emociones primarias son respuestas emocionales innatas que todos hemos experimentado; estas son más comunes y tienen un carácter universal, estando presentes en todas las culturas. Algunos ejemplos de emociones primarias:

Alegría: Sentimiento de felicidad y satisfacción. Puede surgir cuando al fin comprendes una materia compleja o al obtener un buen resultado en una evaluación. Miedo: Emoción de alarma ante situaciones amenazadoras. Puede surgir antes de un examen importante o al enfrentar una tarea desconocida.
Tristeza: Sensación de desánimo y pesar. Es una emoción que puede estar presente ante la dificultad de entender un tema o al recibir una calificación baja. Ira: Sentimiento de frustración o enojo. Puede surgir ante la presión académica o ante la dificultad de enfrentar una actividad que no logras terminar.

Las emociones secundarias, por otro lado, son una combinación de emociones primarias y pueden variar según el contexto y la personalidad. Algunos ejemplos de emociones secundarias:

Ansiedad: Es una combinación de miedo y preocupación. Se puede presentar ante la anticipación de una evaluación o presentación importante. Frustración: Una combinación de ira desánimo. Puede estar presente cuando un estudiante se enfrenta a obstáculos en su proceso de aprendizaje.
Motivación: Una combinación entre alegría y determinación. Puede surgir al establecer metas académicas y trabajar para alcanzarlas.

Comprender la relación entre emociones y aprendizaje te permitirá abordar tus desafíos académicos de manera más efectiva y fomentar un ambiente de aprendizaje positivo y enriquecedor. Es esencial que aprendas a entender y manejar tus emociones de manera saludable para desarrollar tu potencial académico y alcanzar el bienestar personal.

Si has presentado alguna dificultad en el manejo de tus emociones, es importante que busques apoyo profesional; conversar respecto de lo que nos pasa es el primer paso para encontrar alternativas de mejora. El Programa PACE UCSC cuenta con Acompañamiento Psicoeducativo para los y las estudiantes habilitados PACE de educación superior, si necesitas de nuestra ayuda nos puedes escribir al correo acompañamiento.pace@ucsc.cl o bien solicitar una hora para atención psicológica en el siguiente enlace bit.ly/psicoeducaciónPACE nuestras psicólogas tienen la mejor disposición para ayudarte en tu proceso académico y emocional.

 

Referencias: Waters, L. (2011). The relationship between school climate and mental and emotional well-being over the transition from primary to secundary school. Psychology in the Schools, 48(1), 74-87.