Adaptarse a la actual situación país ha sido complejo. Lograr cumplir con los objetivos del Programa PACE de la UCSC  se ha transformado en un trabajo intenso donde hoy, la creatividad es un desafío constante.

   Una serie de nuevos desafíos ha debido afrontar el componente de Acompañamiento en la Educación Superior (AES) del Programa de Acceso a la Educación Superior tras el inicio de la crisis sanitaria que se vive en Chile. Trasformar lo presencial en virtual y lo lejano en cercano es parte de los actuales objetivos trazados por los profesionales, para llevar a cabo las acciones planificadas antes de la llegada del Covid-19.

   El programa entrega una diversidad de acompañamientos académicos y psicoeducativos, para lo cual ha sido necesario utilizar diversos medios comunicacionales para llegar a cada uno de los estudiantes de primer y segundo año. Valentina Matus, Especialista Acompañamiento Educación Superior (AES), señala que “ha sido muy complejo por las dificultades que implica la organización y coordinación de un equipo a distancia. Hemos debido invertir mucho más tiempo en la planificación que cuando las actividades son presenciales y era posible reunirse”. A su vez agrega, “nos hemos preocupado de generar estrategias para poder llegar a todos. El objetivo como equipo es adaptarnos en la mayor medida posible a las necesidades del estudiante. No queremos encuadrarnos en una sola plataforma porque sabemos que eso sería excluyente”.

   Entre las primeras acciones desarrolladas por el equipo de AES se encuentran las tutorías online dictadas por profesionales del programa, siendo entre la más demandada las clases para los estudiantes de la carrera de Derecho de la Universidad. A su vez se ha desarrollado material para la prevención de la salud mental, el cual se ha difundido por las redes sociales del PACE UCSC.

   Uno de los retos más grandes es el desarrollo de la “Escuela de Otoño” donde los recién ingresados puede conocer a los tutores que los acompañarán en su inducción a la vida universitaria. Según explica Valentina Matus “ha sido un trabajo súper intensivo porque la inducción debe desarrollarse la segunda semana de abril. Es en el proceso previo donde surgió la creatividad del equipo en cuanto a cómo realizar las acciones para lograr en la medida de lo posible los mismo objetivos que nos planteamos pero de forma virtual”.

Actividades futuras

   Tras finalizar el proceso de inducción y diagnóstico psicosocial con todos los estudiantes, la unidad de Acompañamiento en la Educación Superior seguirá aportando con el desarrollo de nuevas estrategias psicoeducativas para compartir con la comunidad estudiantil.

   Si bien las redes sociales han sido un aporte en la difusión, lo más importante para los profesionales es la atención directa y personalizada de los estudiantes de primer y segundo año a través de los medios tecnológicos disponibles. En este contexto, Valentina Matus, explica que “dentro de todo el período que dure la cuarentena se continuará con las atenciones de tutoría de modalidad virtual o telefónica y lo mismo con la atención psicológica. Se utilizarán todos los medios para poder llegar a cada estudiante”.